La propuesta, consiste en modificar una valla publicitaria y convertirla en un gran espejo, (3 x
“Mi proyecto parte de la publicidad y su funcionalidad, como elemento dinámico y vivo que puebla la epidermis de la ciudad. Utilizo los recursos publicitarios que inundan nuestro escenario como ciudadanos-actores de este espectáculo. Por otro lado me interesa la calle como lugar de actuación, de exposición, de igualdad…
Con la intención de detener la mirada en lo cotidiano a través de un elemento descontextualizado, la valla publicitaria convertida en espejo. Que la actualidad es efímera, sería absurdo desmentirlo, con esta propuesta trato de atrapar esa velocidad agitada y detenerla en poesía plástica, que genere un cortocircuito. Recrearme en lo insignificante.
Este continuo cambio de publicidad, de oferta de espectáculos, es el reflejo de la ciudad que se convierte en centro de arte que cambia constantemente, que se renueva, que crea iconos monumentales como reclamo turístico. La ciudad es un lugar lleno de contradicciones y confluencias que al modificarla, con su capacidad selectiva, asila y separa convirtiéndola en algo distinto.
Utilizar como icono de la ciudad su propio reflejo en un contexto nuevo y diferente. En estos tiempos, permanecer en silencio, detenerse a mirar lo cotidiano, puede ser algo profundamente subversivo”.
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